Cinco profesores de UNIR nominados a los premios a Mejor Docente de España

23 / 09 / 2021

Los alumnos son quienes votan a los docentes en estos galardones, que otorga EDUCA con la colaboración de la Fundación Abanca, y que reconocen aspectos como las actividades innovadoras o las acciones de formación continua.

Cinco profesores de la Universidad Internacional de La Rioja han sido nominados a los premios a Mejor Docente de España que otorga la plataforma EDUCA, con la colaboración de la Fundación Obra Social Abanca: Ingrid Mosquera, Álvaro Pérez, Patricia Solís, María Dolores Ouro y Manuel Palomares.

Desde hace cinco años, estos galardones reconocen a los profesores por sus buenas prácticas. La nominación es a propuesta de los propios alumnos. Además, el jurado tiene en cuenta las actividades innovadoras en el aula o la participación en acciones de formación continua, entre otros criterios.

El próximo 30 de octubre se publicará la selección de 10 finalistas por cada una de las categorías que, desde infantil a la enseñanza superior, concursan en los premios. El 15 de noviembre se conocerán los ganadores.

“Este reconocimiento representa la gratitud de mis estudiantes. Significa la recompensa a cada uno de los momentos de aprendizaje que compartimos”, afirma la profesora Solís, una apreciación que comparten los otros docentes de UNIR.

En sus aulas virtuales, los alumnos aprenden, se integran, cooperan y superan retos. Así es cómo lo consiguen:

Ingrid Mosquera: “El humor es parte fundamental en mis clases”

Ingrid Mosquera

 

“Un docente debe tener capacidad de adaptación”, defiende la profesora, y para ello, “es preciso contar con una formación y actualización constante. Considero que eso es lo que más me está ayudando a enriquecer mis clases y a ser mejor docente”.

Imparte clase en el Máster en Formación del profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación profesional y Enseñanzas de idiomas de UNIR. “Trabajamos mucho con herramientas digitales. Al formar a futuros docentes, el desarrollo de su competencia digital no es solo un medio, sino también una acuciante necesidad y un objetivo a lograr”.

La profesora resalta la importancia de conectar a los futuros profesores “con docentes en activo, mediante mi actividad divulgativa en redes sociales, para que conozcan el potencial del aprendizaje informal y que su aprendizaje prosiga más allá de la propia asignatura”.

Basa la relación con sus alumnos en el respeto: “Ellos son capaces de ver cuándo un profesor se esfuerza y se implica. Hablamos de compromiso, empatía e implicación. También de ser uno mismo, de ser natural. El humor es parte fundamental de mis clases”.

Álvaro Pérez: “Un buen profesor debe hacer participar al alumno”

Álvaro Pérez

Empatía y respeto son dos características de un buen docente, según este profesor: “Ser empático, conocer y respetar las situaciones personales de los alumnos y convertirlas en ventajas para afrontar el proceso formativo. Además, se debe hacer participar al alumno, otorgarle el protagonismo, que interactúe y pueda sentirse parte de un grupo, hacerle pensar y reflexionar y fortalecer su actitud crítica”.

Docente en el Grado en Pedagogía y el Máster en Tecnología Educativa y Competencias Digitales, emplea muchos recursos TIC en sus clases (es director del departamento de Tecnología Educativa de UNIR). “También apuesto por metodologías activas, llegando, por ejemplo, a gamificar completamente una de las asignaturas de Máster que imparto”.

“Me conecto a las clases 10-15 minutos antes para hacer un pasillo virtual, donde comentamos aspectos que no tienen nada que ver con la asignatura y nos ayuda a conocernos mejor en otros ámbitos. También pongo en práctica un foro ‘Cafetería Virtual’, en el que todo el mundo puede compartir y debatir. Son buenas alternativas para que el alumnado se sienta integrado en una modalidad de enseñanza donde no nos conocemos físicamente”, explica.

Patricia Solís: “No puede haber aprendizaje sin emoción”

Patricia Solis

“Es necesaria la empatía para crear un vínculo con los alumnos y tener claro que el aprendizaje se da en una relación bidireccional, somos generadores de oportunidades de aprendizaje no simples transmisores de conocimiento”, afirma esta profesora del Máster en Educación Especial de UNIR.  “También la actualización constante y ser coherente manteniendo el rigor necesario y estimulando a los alumnos para que alcancen un mayor nivel de autoexigencia”.

Emplea las nuevas tecnologías como “herramienta que facilita el aprendizaje personalizado”. Asimismo, indica: “No puede haber aprendizaje sin emoción por ello me gusta incorporar algunas estrategias de gamificación en el aula. Por ejemplo, para contribuir a la asimilación de los contenidos planteo scaperooms educativos y utilizo infografías que permiten explicar de manera sencilla un elemento didáctico”.

Solís destaca que en sus clases favorece “actitudes de los estudiantes hacia la atención a la diversidad y la inclusión y el colectivo de personas con capacidades diferentes. Intento involucrar a los alumnos en diferentes proyectos de difusión y concienciación”.

¿En qué debe basarse una buena relación con el alumno? “En el respeto mutuo. Intento mostrarme cercana a los alumnos porque solamente así puedo conocer sus dificultades respecto al estudio y adaptar mi metodología a las circunstancias”.

María Dolores Ouro: “Lo esencial es el trabajo en equipo docente-alumno”

María Dolores Ouro

 

“El docente no es bueno ni malo (salvo casos excepcionales), simplemente conecta o no con sus alumnos, se interesa por ellos, los incentiva a ser mejores ciudadanos y hace que el conocimiento fluya y sea una fuente de inspiración. Pero además debe poseer interés por la enseñanza, observación, adaptación, creatividad, liderazgo, paciencia y empatía, formación continua, asertividad”, sostiene esta profesora de los grados de Pedagogía y Traducción e Interpretación de UNIR.

En el aula emplea las herramientas TIC: “Lo esencial es la gamificación, el trabajo en equipo docente-alumno, la participación, el factor sorpresa y especialmente la resolución de dudas o feedback, ofreciendo alternativas y múltiples herramientas para su presente/futuro profesional”.

Esta profesora refiere “el amor, el respeto y el humor” como la base para construir una buena relación con el alumno, lo que conlleva tomar conciencia de “sus circunstancias personales y familiares, sentir interés real, tratarle de igual, suscitar la curiosidad, facilitar el aprendizaje autónomo y personalizado. Que disfrute del camino”.

Manuel Palomares: “Compromiso, rigor y confianza”

Manuel Palomares

“Procuro que la labor docente y de corrección sea amena, útil y quede un aporte más allá de lo que está en el manual, que se puede continuar en casa, pero en clase se quiere un elemento diferenciador, la experiencia”, afirma este profesor del Máster en Derechos Humanos de UNIR.

Para ello incentiva “la interactuación realizando correcciones en clase donde los alumnos son los que participan, preguntando muy a menudo, activando micrófonos por sorpresa para que lean un extracto, den una respuesta y sientan que están en la primera línea de pupitre real”.

¿Qué sustenta una buena relación con los alumnos? “El compromiso, el rigor y la confianza”, responde. “Evidentemente, la confianza se crea con las primeras clases donde te das cuenta de que el profesor es un aliado en el que poder apoyarte, pero el canal siempre es el rigor, sabiendo que no deja de ser una relación profesional y académica donde el objetivo es solo uno, asumir conocimientos. Y ahí es donde llega el compromiso”.